Para muchas mujeres, el ejercicio puede ser su idea de estar “delgada y tonificada” pero cuando llegan a entrenar, se encuentran que con cardio no se construye ese cuerpo bonito que vieron en las revistas, que la mujer de brazos delgados, piernas formadas, abdomen plano y glúteos parados, no se la pasa en la caminadora, más bien hace sentadilla con mucho peso, entrena espalda, bíceps, tríceps y hombro.
Lo que genera la interrogante de ¿si hago pesas en el tren superior, me volveré como un hombre? Y eso tiene como respuesta un rotundo NO, la mujer solo posee un 5 % de la testosterona que normalmente poseen los hombres, esta hormona es la que ayuda al crecimiento de los músculos.
Por lo mismo es muy difícil que una mujer que haga pesas en sus brazos, pecho y espalda, aumente la masa muscular como los hombres.
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Pero las pesas si tienen muchos beneficios para la mujer que las utilice en su entrenamiento, tanto estéticamente, como es aumento de masa muscular y la definición de los músculos, pero también ayuda a reducir el estrés, dormir mejor, tendrá menor riesgo de sufrir lesiones, etc.
La mujer también tiene una fortaleza durante el entrenamiento y es que se recupera más rápido que el hombre, por lo que sus sesiones pueden ser más largas y rápidas.
Pero como en todo también tiene una desventaja y es que acumula mayor cantidad de tejido adiposo (grasa) que los hombres.
Por el tipo de metabolismo que tiene la mujer, en donde predomina la hormona de la progesterona, la cual hace que haya mayor acumulación de grasa en el muslo y el glúteo, también recordando que ella está hecha fisiológicamente para tener hijos, lo cual requiere que haya buen porcentaje graso en su cuerpo.
Por último las pesas y el cardio son una buena combinación para generar una perdida de grasa, pero mantener la horma dada por los músculos.
Por: Valentina Berrío
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