¡Salvar la 11! Que hay un franco deterioro del patrimonio arquitectónico y cultural de la Comuna 11, Laureles-Estadio, es un hecho que no se puede ocultar.
Los expertos en este tema lo saben, la comunidad está convencida de la problemática, pero se ve con las manos atadas para darle solución al asunto y las autoridades locales, en este caso la Alcaldía, casi que se ve impedida o porque ignoraron el asunto desde hace varias décadas y solo tuvieron ojos para intervenir el Centro de Medellín o los barrios Prado y Boston, o porque no tienen el suficiente presupuesto para intervenir las edificaciones en riesgo de la Comuna 11 y proceder a implementar otro tipo de medidas que salvaguarden lo que todavía existe o queda en pie.
Hay mucho por hacer y todavía hay tiempo para salvar lo que queda.
- Hay que hacer un completo inventario de los bienes inmuebles que son dignos de rescatar y de intervenir. Es una labor que debe liderar la Alcaldía en compañía de los funcionarios competentes en patrimonio arquitectónico y cultural.
- Hay que diseñar un plan técnico para diagnosticar las amenazas físicas que tiene la zona y aminorar así el impacto que fenómenos colaterales al de la simple compra y venta de inmuebles también están amenazando el patrimonio de la Comuna 11: recolección de basuras, inundaciones de quebradas en algunos barrios, mala conservación de espacios públicos como los parques y las zonas deportivas y pésima señalización de la zona en algunos sectores, entre otras problemáticas.
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- Hay que trabajar en equipo y convocar a las Juntas de Acción Comunal, JAC de cada uno de los 15 barrios para que trabajen juntos y, liderados por la Junta Administradora Local, JAL, eleven una petición hasta al gobierno local para que le dé solución a la problemática y, si es necesario, hasta al gobierno central si el primero no responde.
- Hay que diseñar una campaña de concientización acerca de la importancia del patrimonio y su conservación dirigida a los habitantes y a toda la comunidad que, de manera directa o indirecta, tiene que ver y usa los bienes inmuebles de los 15 barrios de este sector del centro occidente de Medellín: Hoteles, casinos, bares restaurantes, discotecas, centros comerciales, clínicas, universidades, colegios, guarderías, vendedores ambulantes, entre muchos otros.
- Hay que diseñar una campaña especial dirigida exclusivamente a la población joven. Ellos deben entender la problemática que está viviendo la zona de Laureles-Estadio y deben apersonarse y liderar una propuesta de salvamento del patrimonio arquitectónico y cultural de la Comuna 11. En este punto los y las rectoras de los colegios y universidades que pertenecen a este territorio juegan un papel crucial si actúan como convocantes de este grupo joven, pero nómada.
- Hay que convocar a los vecinos, líderes comunitarios y personas preocupadas por el arte y la cultura de Laureles-Estadio. Estos deben reunirse y crear mesas de trabajo y de concertación e una especie de lluvia de ideas que lleven a encontrar soluciones viables que lleven a cuidar, rescatar y fortalecer el patrimonio material e inmaterial que todavía queda en ese territorio, a través de la programación de distintas actividades de concientización dirigidas a la comunidad, como por ejemplo el rescate de las tradiciones a través de bazares, encuentros culturales y deportivos, bingos en zonas públicas de sus barrios y crear así tejido social e identidad.
- Programar recorridos históricos y culturales a pie con habitantes de Laureles-Estadio con personas de todas las edades para que la misma comunidad vea con sus propios ojos el estado de su territorio en materia de patrimonio. Esto creará sensibilidad de parte de muchos de ellos y asegurará su participación en proyectos futuros que conlleven a acciones prácticas.
- Hay que capacitar a la comunidad sobre lo que significa la palabra patrimonio y el peligro que se corre el no conservarlo de la manera más apropiada. Hay que recopilar toda información primaria y secundaria que esté al alcance y socializarla a través de tertulias, exposiciones y mesas de diálogo recreadas y muy creativas.
- Hay que establecer también mecanismos de prevención y protección diseñados a futuro para que lo pasa hoy no se repita a futuro y de esta manera los bienes patrimoniales, materiales e inmateriales, se sostengan y se mantengan en el tiempo.
- Hay que mantener un diagnóstico y una planificación constante sobre el patrimonio de la comuna 11 para prever y contrarrestar todo tipo de efectos que puedan ir en contra del patrimonio: contaminación, turismo exagerado, intervenciones en obras públicas, fenómenos que impacten el medio ambiente como lluvias, basuras, sequía, inundaciones, entre otras causas.
En este sentido hay que elaborar programas de inspección permanentes, pero también de mantenimiento.
Estos programas deben tener en cuenta medidas de urgencia y emergencia en caso de sucesos fatales como inundaciones, sismos, incendios o cualquier tipo de catástrofe natural.
Es decir, hay mucho por hacer y se puede. Pero hay algo más importante que la teoría y la práctica que explica cómo preservar, conservar y cuidar el patrimonio: es la actitud personal, lo que cada quien y cada uno puede y debe hacer por su cuenta para que esta labor de salvamento patrimonial sea posible.
¿Cómo ayudo yo para que mi Comuna 11 vuelva a ser lo que era hace 40, 50 o 60 años? Saludar al vecino, compartir los espacios comunitarios, crear lugares donde las familias se reúnan a conversar en torno a cualquier asunto: la Navidad, la Semana Santa, las vacaciones… cualquier fecha o motivo. No hay excusa.
Sí se puede, solo hay que querer hacerlo. Juntos y unidos habrá patrimonio para rato. Futuras generaciones lo agradecerán.
Por Wilson Daza. Comunicador Social-Periodista. UPB
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