El fútbol es un deporte que nos llena de alegría y emoción, nos enseña valores que valen oro, como el trabajo en equipo y la dedicación, además de ayudarnos a llevar una vida saludable. Desde temprana edad, es importante conocer las reglas y técnicas para jugar con honor y convertirnos en campeones con pasión.
Esta labor la conoce muy bien José Ramón Medina, líder deportivo de Laureles Estadio, quien ha dedicado la mayor parte de su vida a educar y fortalecer las capacidades y aptitudes de los jóvenes en el Parque Pinocho ubicado en barrio el Velódromo de la Comuna 11, formándolos en buenos valores, trabajo en equipo y cooperación.
Desde hace 45 años lleva viniendo a la canchita del barrio, él la recuerda como si hubiera sido ayer cuando el terreno era de arenilla y jugaba con sus hijos cancha a cancha, con el tiempo los amigos de sus hijos se interesaron en jugar con don Ramón, después los amigos de sus amigos, así hasta llegar más de 200 personas con las ansias de que Ramón los entrenara.

Ahora, con 83 años y pensionado, don Ramón se dedica a cazar talentos y ver jugar a los niños que antes él entrenaba; cada vez que llega todo el barrio lo saluda y le agradece la labor que realizó con tanto amor y pasión. A él no le interesa ningún reconocimiento por parte de las entidades públicas, más bien le preocupa ver un niño en la calle y no poderle ayudar, “para mí el deporte es la vida y el interés más grande es que estos muchachos salgan adelante”, dice don Ramón.
El deporte también se hereda.
Uno de los jóvenes que él entrenó sigue sus pasos y continúa con la labor que Ramón empezó, su nombre es Carlos Andrés Salazar, más conocido como “Chiqui”, líder deportivo de la Comuna 11, lleva más de treinta años trabajando con 70 niños y jóvenes en el Parque Pinocho, enseñándoles a desarrollar habilidades, capacidades y destrezas competitivas.
Muy joven, Carlos Andrés se ha caracterizó por ser un gran deportista, jugaba junto a los hijos de Ramón y siempre mostró indicios de ser un líder innato, por cuestiones del azar, no logró el tan anhelado sueño de convertirse en futbolista profesional, sin embargo, eso no lo frustró y tomó la decisión de formar y apoyar a jóvenes con un objetivo claro, transformar sus vidas, sacarlos de la monotonía e infundir valores éticos que desde la práctica del deporte, pueden pasar a la práctica de la vida.
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El deporte es esencial para el crecimiento físico y personal de los niños, su práctica es un derecho, “Desde temprana edad, es importante inculcar valores como el respeto, la honestidad y la disciplina”, afirma Carlos Andrés mientras entrena a sus jugadores.
En la formación deportiva para los niños, los acudientes y entrenadores juegan un papel importante, con su guía y ejemplo pueden influir positivamente y lograr que los pequeños sean atletas de excelencia.
Un claro ejemplo de ello es cuando los padres, cada vez que hay entrenamiento, esperan a sus hijos en los alrededores de la cancha, llenando las graderías como si de una final se tratara, participando activamente de las actividades, acompañando a los chicos, motivándolos y preparándolos para ser deportistas y personas éticas.
Los jóvenes están motivados por su entrenador y la formación deportiva que reciben en la Comuna 11 de Medellín, teniendo un impacto positivo en sus vidas y la de sus familias, al promover el desarrollo integral y la formación de valores a través del deporte.
Redacción Notired360
Este medio es apoyado parcialmente con dineros públicos priorizados por habitantes de la Comuna 11 – Laureles, a través del Programa de Planeación del Desarrollo Local y Presupuesto Participativo de la Alcaldía de Medellín.
