El tema de qué se puede hacer y qué no, tras ser inmunizado contra el covid-19 ha traído un sinfín de mitos, sin embargo, hay ciertos puntos a tener en cuenta.
Con la situación que están viviendo todos los países por causa del Coronavirus y con el tema de la vacunación en Colombia, los cuidados que se deben tener en cuenta después de recibirlas sigue generando dudas.



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Estos son algunos consejos de los expertos de lo que puede y no puede hacer luego de ser vacunado:
Medicamentos preventivos
Areandina, Ángel Muegues Salas, epidemiólogo y docente de medicina, advierte que hay creencias sobre los analgésicos como que se deben tomar antes de la inyección para evitar el malestar de la respuesta inmune, como la fiebre y los dolores de cabeza, pero en general la preocupación médica va más enfocada a la automedicación, lo que significa, que se tomen fármacos indiscriminadamente sin tener ninguna garantía de su necesidad, porque su cuerpo puede generar resistencia o afectar algún órgano. Recuerde, todo medicamento tiene efectos secundarios.
Castaño indica que lo mejor es no tomar antiinflamatorios como: naproxeno o ibuprofeno, pues si se toma antes de la vacuna podría reducir la capacidad de actuación de la misma porque el cuerpo no detectaría correctamente la vacuna.
Sin embargo, si los síntomas persisten, las personas podrán tomar acetaminofén en pocas cantidades para disminuir el malestar.
Completo reposo
Luego de recibir la vacuna se debe hacer un descanso inicial entre 15 y 30 minutos en el sitio de vacunación por si hay reacciones.
El experto advirtió que “después de esto hay que tener en cuenta que no se debe ir a hacer ejercicios vigorosos, no tener desplazamientos largos, sino guardar un reposo relativo, lo cual tampoco indica quedarse todo el día acostado en una cama”, porque la inactividad en las piernas puede aumentar el riesgo de trombos.
La sugerencia es que desarrolle su vida normalmente, cocinando, trabajando, realizando actividades cotidianas hasta donde no representen un esfuerzo, pero en caso de fatiga o malestar, descansar.
Dicho reposo no debe superar las 24 horas y se debe permanecer bajo cierta vigilancia de familiares o de personas encargadas. Ese tiempo es suficiente para que las reacciones y los efectos secundarios desaparezcan o que sean lo suficientemente leves para no afectar la capacidad para desarrollar sus actividades comunes y corrientes, en caso contrario es necesario acudir a un experto.
Si el malestar persiste, le impide realizar actividades cotidianas y no se alivia con fármacos, debe informar al personal médico y las autoridades y seguir sus indicaciones.
Tiempos de inmunidad
Salvo por la Janssen, producida por Johnson & Johnson, que requiere una sola dosis para alcanzar una protección contra enfermedad grave cercana al 90 %, el resto de vacunas aprobadas requerían dos, hasta que el Ministerio de Salud confirmó que saldría la tercera dosis.
El experto en salud, manifiesta que la protección es alrededor del 50 %, ese más del 95 % solo se logra quince días después de aplicada la segunda dosis.
Así mismo, señala que estos fármacos están diseñadas para proteger contra síntomas fuertes y muerte, pero continúa el riesgo de contagio y todavía persiste la posibilidad, aunque sea menos probable, de presentar síntomas, un 5 % respecto al estado anterior a la vacuna y también queda el riesgo de ser portador, por lo que no se deben omitir las medidas de bioseguridad: la mascarilla, lavado de manos y distanciamiento social.
Síntomas
El paciente puede presentar algunos síntomas generales como fiebre, escalofrío, dolor de cabeza, malestar general. Esas son reacciones esperadas y favorables, porque demuestran que el sistema inmune está reaccionando al fármaco.
Agudelo señala que esos síntomas esperados, en formas leves, pueden ser dolor en el sitio de la inyección, desaliento, fatiga, náuseas, dolor de cabeza, garganta, diarrea.
En caso de que estos síntomas sean muy fuertes y no disminuyan con el pasar del tiempo ni con analgésicos, se debe recurrir al médico.
Comorbilidades y medicamentos
Las personas vacunadas deben continuar normalmente con su medicación habitual, ya sea que los tomen por una condición especial o por un tratamiento regular, por ejemplo, los anticonceptivos. No hay riesgo de que se afecte la vacuna o el tratamiento, explica Agudelo.
Así mismo, las personas con comorbilidades deben evaluar constantemente sus signos, por ejemplo, en el caso de hipertensión, la presión arterial puede incrementar, en especial si se presenta fiebre, porque esta puede aumentarla, o con la glicemia en el caso de pacientes diabéticos. Si esto ocurre debe hablar con el médico de cabecera y seguir sus indicaciones.
Fuente: El Colombiano
Por: Manuela Hoyos
