En una tarde cargada de dolor y recogimiento, el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, participó en una sentida eucaristía en homenaje a la patrullera María Alejandra Vieda Almario. La joven policía fue asesinada en un cobarde ataque contra la estación de Valdivia, en la madrugada del 11 de junio.
«Nos duele el alma. María Alejandra ofrendó su vida por protegernos. No podemos acostumbrarnos a que esto pase y no pase nada», expresó el mandatario visiblemente afectado.


La estación de Policía en la que ocurrió el ataque apenas contaba con ocho uniformados. Un número insuficiente ante las amenazas constantes de los grupos armados ilegales como el ELN, responsables del atentado.
El gobernador reiteró su llamado al Gobierno Nacional: Antioquia necesita con urgencia asistencia militar. No como un acto simbólico, sino como una respuesta real ante el avance del crimen organizado.
“Estamos solos. Y eso no es justo ni para nuestros policías ni para nuestra gente. Necesitamos refuerzos, inteligencia, fuerza operativa. No podemos permitir que la criminalidad se sienta cómoda atacando al Estado”, añadió.
Te puede interesar: Exdirectores de CAR levantan la voz: rechazo contundente al atentado contra el senador Miguel Uribe
Esta tragedia, más que un hecho aislado, debe ser el detonante para que Colombia despierte. El país entero debe unirse en defensa de sus héroes, de sus instituciones y de la vida.
María Alejandra no murió en vano. Su memoria debe convertirse en fuerza colectiva para exigir justicia y recuperar la paz que nos están arrebatando.
Redacción NOTIRED360
