El Juego del Calamar, es una producción coreana, que se lanzó en Netflix el 17 de septiembre y desde ese momento se ha convertido en la serie más grande y exitosa en la plataforma, desde ese entonces 111 millones de cuentas la han visto.
La página http://www.flixpatrol.com, presenta semanalmente las películas y series más vistas y desde que se lanzó ha sido la número uno en esta plataforma, además en Netflix, encabeza la lista de los 10 mejores, en 94 países diferentes del mundo, hasta en Estados Unidos, donde es la primera película coreana en llegar a ese ranking.
El Juego del Calamar contiene 9 episodios, donde los participantes que están allí aceptaron ir por voluntad propia, ya que cuentan con muchos problemas de dinero, pero lo que ellos imaginaban no es nada parecido a la realidad, pues los juegos infantiles que deben jugar, los pueden llevar hasta la muerte.
Una de las escenas más icónicas de El Juego del Calamar:
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Sin embargo, Diego Agudelo, crítico, escritor y periodista, analizó y explicó las 5 razones del éxito de El Juego del Calamar:
- Que la serie trata de un juego, y a todos nos gusta o gustaba jugar durante la infancia, lo que crea en el espectador la idea de que es uno de los participantes.
- La violencia llama la atención y el ver que es algo constante, pero como no se espera, mantiene en suspenso al espectador, además de que se está a la espera de cuando desenredan los héroes.
- La idea de que el bueno gane, de los cuales hay muchos, pero se sabe que solo quedara uno, por lo que es la incógnita de quien será el vencedor, el último que quede.
- La serie pone a prueba la moral del espectador, porque tras cada juego, se pone en duda de cómo actuar en esa situación, de la empatía que se tiene con los más débiles, decidiendo junto con ellos, por la mejor decisión, la más humana y la tristeza e indignación que se da ante los giros de la trama.
- Finalmente, en el último capítulo de la serie, donde deja con la incógnita de que pasara después, porque queda abierto, no solo muestra como se hace cargo de sus promesas y de cómo gastara el dinero, si no, la idea de que puede haber una revancha.
Por: Valentina Berrío
