Este es un tema conocido para las antiguas generaciones como los que nacieron desde el 2000 hasta hoy, son los hijos de la generación x, la cual muchas veces tuvo que ser fuerte, trabajar muy duro desde jóvenes y aun hoy lo siguen haciendo.
Las personas llamadas así, son quienes se ofenden por todo, que todo les duele, que se les debe tener un psicólogo para todo y cada vez se vuelven más caprichosos tomando un poder que deberían tener los padres.


Quiere decir que si ahora se le pega al hijo es malo, cuando antes se les educaba de esa manera y aunque era vista de una forma muy salvaje a veces, también criaba a personas con ganas de echar para adelante, no quedarse viviendo con los papás hasta los 30 o 40 años.
De hecho, se puede decir que ha sido una generación donde todo ha sido muy liberal, pero también muy criticado, porque en la época del 2021, la comunidad LGBT es de las más amplias y donde más derechos se han logrado obtener, pero también se ha convertido en una comunidad para dar pasos lentos, pues se ofenden fácilmente.
Alberto Barradas, un psicólogo venezolano que habla sobre la generación de cristal y otros temas sin tapujos:

También le puede interesar: Programación de los deportistas colombianos para los Juegos Olímpicos Tokio 2020
Como también los estereotipos de mujeres, para la época ya es muy normal que se vean todo tipo de cuerpo y que se llame al respeto de la diferencia y eso esta súper bien, pero en algunas partes o algunas personas han llegado a los extremos de criticar a otras mujeres solo por no pensar como “el feminismo” dice que se debería pensar, cuando se supone que ahora se busca la igualdad.
Además, otro punto que tiene esta generación es que lo quieren todo fácil, el internet es una de las funciones que más ha ayudado a eso, pues la mayoría de información se puede encontrar ahí, por lo que leer y buscar se ha visto como una habilidad deteriorada.
Por último, esta generación ha sido muy débil ante los problemas, ahora no se busca la fuerza interior, pues si no son los padres quienes les resuelven los problemas, lo hace el psicólogo y si el niño es grosero, se le debe tener paciencia, no imponer disciplina, por lo que el mando en el hogar muchas veces lo tienen los hijos.
Por: Valentina Berrío
