En la actualidad, más de 200 millones de hogares viven del coco, entre estos, se encuentran en su mayoría familias colombianas.
Hace ya bastante tiempo el coco dejó de consumirse desproporcionadamente, debido a su contenido calórico, a su vez, ha sido usado para realizar productos como: leches, aceites y hasta harinas.


Adicionalmente, se han elaborado insumos usados en la industria, pero a baja escala. Lo novedoso de esto, es que Sergio Escobar, un emprendedor colombiano, no solo aprovecha el agua de coco, también sus conchas y aguas.

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En el país se desperdician aproximadamente 35 mil litros de agua de coco cada semana, las conchas del fruto son consideradas desecho. El administrador de empresas Sergio Andrés Escobar, representante legal de Ecolfibras SAS y administrador de empresas, lidera una iniciativa que transforma la cáscara de coco en fibra para elaborar costales, materas y colchones.
Esta novedosa idea, no solo contribuye a la producción amigable con el medio ambiente, sino que mejora la calidad de vida de los campesinos y agricultores que están encargados de cultivar el coco.
Emevis Cardozo, directora de la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria (Umata) de San Juan de Urabá, confirmó lo siguiente sobre los beneficios de utilizar los desechos del coco:
“Ecolfibras SAS contribuye con la disminución de residuos acumulados en las fincas y a que las personas entiendan cómo pueden generar ingresos a partir de la basura; adicionalmente, procesar la concha de coco impide que estos desechos se conviertan en hábitat para serpientes o animales peligrosos”.
En San Juan de Urabá, los productores de coco se comunican con Ecolfibras para que recolecten las cáscaras de este fruto que no usan, estos les pagan a los campesinos 50 pesos por cada concha que reciben. Aunque parezca poco, tiempo atrás, esto era considerado un simple desecho, por lo tanto, no recibían ningún incentivo hasta que la empresa creó un uso especial para las conchas.
Luego de un elaborado proceso en el que se sustrae su fibra y se deja secar para prensar, se elabora a partir de allí, la materia prima para hacer colchones en las industrias de Italia, Chile y Holanda.
Fuente: Semana
Por: Manuela Hoyos
