Hace unos pocos días estamos viendo la publicidad de Luis Pérez Gutiérrez a la Gobernación de Antioquia. El comienzo de esta campaña electoral estuvo marcado por el optimismo del continuismo del gobierno de Aníbal Gaviria con el candidato Luis Fernando Suárez. Al pasar los primeros meses de campaña se han sumado otros nombres, algunos de ellos, generan más confusión que certeza, como los del exalcalde de Rionegro (el antipático) de Andrés Julián Rendón, el desconocido conservador Juan Diego Gómez (a pesar de la cantidad de vallas instaladas en todo el territorio antioqueño), el radical Mauricio Tobón, el carismático Eugenio Prieto; no podemos descartar la participación de Esteban Restrepo, al parecer una vertiente del alcalde de Medellín o quizá del Pacto Histórico en la región, etc. Todos ellos pescadores de oportunidades. Se escucharon rumores de que el nombre de Luis Pérez Gutiérrez iba a ser puesto en consideración de los sufragantes, pero éste, hábilmente esperó hasta última hora para presentarse.
En términos políticos llama mucho la atención el personaje de Luis Pérez, pues tiene la capacidad de reunir orillas muy diferentes en su contra, y de despertar emociones de todos los calibres. Por ejemplo, los llamados progresistas o líderes de izquierda lo acusan permanentemente de ser el “candidato de Uribe” o hasta de estar relacionado con la extrema derecha y la derecha lo acusa de ser el patrocinador del “PETRISMO” y del progresismo en Antioquia. Sin embargo, a un par de semanas de comenzar la campaña, ya muchos opinadores y hasta encuestas lo ubicaban como la opción ganadora a la gobernación del Departamento de Antioquia.
¿Por qué un personaje como Luis Pérez con campañas de desprestigio en su contra repetidas durante dos décadas, un líder que ha gobernado con un gran sector de la prensa y de la opinión en su contra, un nombre que han estigmatizado convertido en el “coco” de la política, continúa vigente y con opciones tan grandes de poder?
En conversaciones tranquilas de cafetería, la gente puede llegar a concluir generalidades o puntos comunes que dan respuesta a esta pregunta con el concepto “la maquinaria”. Dudo mucho que sea solo eso, pues, “maquinaria” tienen todos y hay candidatos con estructuras más poderosas con la militancia y compromiso de los alcaldes de turno y las instituciones generadoras de burocracia en el poder filando votantes para sus intereses. Así es que me voy a lanzar a interpretar el fenómeno electoral de Luis Pérez Gutiérrez con tres ítems:
- Luis Pérez Gutiérrez: Un político profesional con ideas liberales:
La capacidad de comprender fenómenos sociopolíticos de la micropolítica y las tensiones que se dan en el territorio le han permitido construir puentes entre orillas muy diferentes y con personajes complejos de asimilar desde la perspectiva ortodoxa y arribista de la capital de la montaña. Además, Luis Pérez comprende la diversidad de las fuerzas vivas en cada región. Esto le ha permitido generar alianzas de diferentes matices, rodearse de círculos de protección y fidelidad con nuevos nombres, tanto los políticos (formas de gobierno), como los nombres de sus funcionarios resultan desconocidos para las élites tradicionales. Entender el poder de la contradicción al interior de su propuesta y las dinámicas de la política regional (rural y urbana) lo convierte en un líder carismático que surge desde la periferia hasta el centro. A diferencia de quienes orientan sus proyectos desde el centro a la periferia.
- Pensar en grande:
El desarrollo de la infraestructura con proyectos disruptivos ha sido una constante en las propuestas de Luis Pérez Gutiérrez, el mismo Urbanismo Social del que se ufanan los gobiernos corporativos (Fajardismo, Aníbal Gaviria, etc..) tienen origen en las ideas y proyectos de Luis Pérez, desde las ciclorrutas, pasando por los metrocables, la Universidad digital, los Túneles, los centros administrativos, equipamientos de proximidad, megacentros y todo tipo de respuestas basadas en la construcción de hitos de identidad y cultura material en el tejido del desarrollo y el progreso. Una mirada desarrollista a mi gusto, pero que son obvias respuestas de un ingeniero y matemático calculador como lo es Luis Pérez.
- Rechazo a las hegemonías económicas regionales:
Defender el patrimonio público y oponerse a la captura del Estado por parte de las empresas privadas ha sido el pecado más grande de Luis Pérez, pues son estos círculos poderosos, a la vez dueños de los grandes medios, los que se han encargado de difundir el desprestigio. Sin embargo, quienes están cerca reconocen la defensa de los bienes públicos y el deseo de fortalecer el Estado. Obviamente defendiendo la propiedad privada y el crecimiento económico, pero bajo parámetros de ética social y responsabilidad ciudadana.
Espero que Luis Pérez se acompañe de un buen equipo y si va a ser la opción que los antioqueños votarán en las próximas elecciones gobierne basado en sus ideas liberales y se rodee de buenos equipos.
Escrito Por: G. Leyes
Para comentar debe estar registrado.