La música con sus sonidos, armonía, ritmos y melodía incide en el aprendizaje, habla, comunicación, expresión corporal y movimiento.
La musicoterapia es considerada una terapia emergente no verbal que acompaña a personas que tienen cuadros de depresión o soledad, de una manera amorosa y lúdica, llegando al corazón y el alma. La improvisación, recreación, composición y escucha son cuatro técnicas diferentes según la necesidad del paciente.
El musicoterapeuta, además de tener formación musical también tiene conocimientos en pedagogía, sicología y medicina, saberes que se articulan para aplicarlos en la terapia.
Estos son los beneficios de la musicoterapia:
-En el área cognitiva aumenta la capacidad de aprendizaje, orientación, atención, el lenguaje verbal y la comunicación.
-Por el lado físico ejercita la musculatura y las articulaciones.
– En el aspecto socioemocional mejora la interacción levantando la autoestima y previniendo el aislamiento.
También este tipo de terapia sirve como coadyuvante en algunos trastornos como son el síndrome de Asperger, condición del espectro autista (TEA) y trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
El terapeuta definirá cuál es la música adecuada para el tratamiento analizando el tiempo, ritmo, tonalidad, intensidad e instrumentos.
La música siempre estará presente en nuestro día a día, nos da placer, bienestar corporal y mental.
Por: Juan Camilo Alzate A.
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