Epm viene adelantando procesos de reposición y modernización de 35.5km de redes de acueducto y la intervención de 27.9km de redes de alcantarillado en la cuenca de la quebrada La Iguaná.
Con estos arreglos se espera la recolección de 100 descargas (vertimientos de aguas generadas en hogares comercios e industrias) de aguas residuales por día, es decir, 450 litros de agua residual por segundo o el equivalente al caudal de 15 piscinas olímpicas por día; no sigan cayendo a la cuenca La Iguaná ni sus afluentes.
Con estas obras las descargas serán conducidas a los interceptores (grandes tuberías de alcantarillado que transportan aguas residuales hasta las plantas de tratamiento) para luego ser recibidas en la planta Aguas Claras en el municipio de Bello, norte del Área Metropolitana.
El proyecto beneficiará a más de 35 barrios de la zona centro y noroccidental de Medellín impactando a 94.500 familias.
Hasta el momento el avance de las obras va en un 66% de los cuales el 36% corresponden a redes de acueducto y el 30% a redes de alcantarillado; generando empleo a 850 personas.
A la par con las obras, también se está haciendo un escaneo de arqueología a cargo de la Universidad de Antioquia. Dichos monitoreos arqueológicos han permitido el hallazgo de vestigios de caminos empedrados coloniales , restos de redes de acueducto y alcantarillado de los siglos XIX y XX así como la identificación de materiales culturales en los barrios Robledo Santa Margarita, Roblemar, Nueva Vía al Mar, San Javier La Loma y Robledo Parque.
El monitoreo arqueológico se está realizando con estricto cumplimiento de las exigencias de las autoridades nacionales en materia de protección de patrimonio cultural.
Las obras del proyecto culminarán el primer trimestre de 2023.
Por: Juan Camilo Alzate A.
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